El periódico local “La Crónica Comarca de Antequera”, publica esta semana una entrevista que realiza Enrique Toro a Joaquín Castro, director de la Escuela Municipal de Música de Antequera.
Joaquín Castro es un amante de la música desde la adolescencia y siempre ha seguido vinculado a ella. En 2002 se fundó la Asociación Amigos de la Música de Antequera que actualmente gestiona la Escuela Municipal de Música y Danza de Antequera EMMA.
Desde la creación de la Escuela de Música Municipal de Antequera, ¿cómo ha vivido la evolución que está teniendo?
Si echamos la vista atrás, podemos decir que la evolución de la Escuela ha sido meteórica. Empezamos con unos talleres en un local cedido por el Ayuntamiento de Antequera, en la Plaza de Toros. Queríamos fomentar la música en nuestra localidad. Veíamos que había ciertas carencias en la formación musical, por lo que iniciamos unas pruebas piloto con un grupo de jóvenes. Estábamos en aquel momento mi socio Rafael López Bracho, Manuel Ruiz y yo. Viendo que había interés e iba creciendo, hablamos con nuestro Alcalde Manolo Barón y le pareció muy interesante nuestra iniciativa. El espacio se nos quedó pequeño y el Ayuntamiento nos cedió dos locales más. Un día grande para el proyecto fue cuando nos llamó Manolo Barón para darnos la noticia de que nos cedían el magnífico edificio actual. Gracias a su esfuerzo se convirtió en uno de los pilares para la evolución de la Escuela.
¿Pensaba que había esta inquietud musical en la ciudad como para afrontar este reto?
No esperábamos crecer tanto en tan poco tiempo. Hace ya algunos años en Antequera había un ambiente musical muy potente decayendo después pero sabíamos que subyacía una inquietud por la música. Antequera tenía un ambiente musical muy potente; decayó un poco después, pero siempre ha existido esa inquietud musical. Por eso, nos reunimos varias personas y decidimos que la música en Antequera debía tener su espacio y ser apoyada por organismos públicos y privados. Nos hemos sorprendido mucho viendo hasta dónde estamos llegando, pero seguimos trabajando fuerte para que se mantenga.
Creemos que la oferta ha sido muy importante para conseguir este éxito. Estudiamos qué se hacía en otras escuelas de nuestro país y fuera de él, decidimos apostar por una propuesta de escuela moderna, contemplando diversos géneros: flamenco, jazz, blues, clásico, rock, pop, folk… e introduciendo tantos instrumentos como fuese posible.
La finalidad de las Escuelas de Música es fomentar la música en grupo. Se inicia al alumnado en la especialidad escogida y, desde el primer momento en que su aprendizaje lo permita, tratamos de que hagan música con sus compañeros. Asignaturas como Música de Cámara, combos Pop&Rock, Aula de Jazz y Aula de Folk son la máxima expresión de esta ideología.
Crecemos año tras año. Todo este proyecto comenzó con 3 profesores, y en el último curso, hemos contado con 25. Esto nos ha traído algunos problemas de financiación pero el Ayuntamiento siempre nos ha apoyado. Pensamos que Antequera debe crecer también a través de la música y la danza. Existe, de hecho, un turismo cultural creciente interesados en espectáculos musicales. Antequera también se puede promocionar en este sentido generando así recursos para la ciudad.
La Escuela cuenta actualmente con cerca de 700 alumnos, es la más grande de Málaga y la más económica.
Usted es un apasionado de la música. ¿Influye esto en el carácter y el impulso de la escuela?
Por supuesto, si no fuera un enamorado de la música no estaría aquí. Empecé en la música a los 17 años, luego trabajé profesionalmente en este ámbito durante casi 10 en orquestas, haciendo ferias y espectáculos. Después mi vida tomó otros rumbos profesionales pero mi vínculo con la música nunca desapareció. De hecho, así lo han vivido mis hijos ya que ambos han optado por una carrera profesional musical estudiando piano y violín. Siempre me ha gustado organizar eventos o gestionar algún negocio de restauración como Copachinos o Coco en el Rincón de la Victoria que tenían música en vivo. Así que, cuando se nos planteó el proyecto de la Escuela de Música, creímos firmemente en arrancarlo con fuerza: dados los conocimientos, los contactos y la ilusión que esta aventura nos generaba (y nos genera), era un proyecto que tenía que salir adelante.
Aunque usted es la cabeza visible, la EMMA está conformada por un amplio grupo de personas. ¿Qué nos puede decir del equipo que le acompaña?
Si no fuera por el equipo esto no funcionaría. En la Asociación somos tres socios: Rafael López, Víctor Gálvez y yo. Rafael es profesor de guitarra eléctrica y de combos Pop&Rock; Víctor se encarga del departamento de comunicación, apartado técnico en las producciones y otras tareas. Además, tenemos un equipo directivo docente compuesto por la Asociación y tres profesores: Juan Ramón Veredas (profesor del Aula de Jazz), Rubén Benítez (profesor de piano y Góspel), y María del Carmen Sosa (acordeón y coros).
Entre todos atendemos la planificación y organización de cada curso en cuanto a docencia y pedagogía se refiere. Por ejemplo, hace ya dos años que comenzamos nuestra andadura con Trinity, un organismo que ofrece titulaciones oficiales a nivel europeo, a la que nuestro alumnado puede acceder de manera voluntaria a través de un examen de nivel que preparamos con ellos.
Y por supuesto, detrás nuestra tenemos todo el equipo de profesores que colabora constantemente con nosotros: ponen el alma y se entregan a la Escuela y al alumnado. Tenemos la gran suerte de poder decir que gracias a esto y a la confianza que los padres y alumnado nos depositan, somos una gran familia.
Hoy en día, la EMMA se ha convertido en una organización que apoya multitud de eventos tanto públicos como asociativos. ¿Qué nos puede contar de ello?
Nosotros siempre estamos apoyando multitud de eventos. Tenemos 25 profesores, más los cerca de 700 alumnos, muchos de los cuales ya están despuntando. Esto nos da la posibilidad de cubrir todos los proyectos que se nos plantean, sobre todo desde todas las concejalías del Ayuntamiento de Antequera. En algunos casos, sólo nos piden músicos, pero en otras ocasiones, los asesoramos, apoyamos y colaboramos con ellos en términos de producción de eventos.
Este año, una vez finalizado el curso, nos hemos dedicado a apoyar al Ayuntamiento en el “Antequera Ligth Fest” con Nuria Ortega (con quien contaremos como profesora en nuestro próximo curso), hemos colaborado en la actuación de Los Pacos, hemos aportado grupos de música cada día en la “Food Truck” como en años anteriores y hemos colaborado con el Sitio Los Dólmenes con danza y actuaciones musicales para todo el verano. En este último caso, estuvimos presentes en el Tercer Aniversario de la Declaracion de Patrimonio Mundial de la UNESCO, participando con música de tambores ancestrales. Hemos estando organizando la pincelada musical de nuestra Real Feria durante varios años. Estaremos también en la feria, apoyando a los grupos jóvenes de Antequera. También hay entidades privadas como el Hotel Antequera Golf y otras empresas que contactan con nosotros. Y, por supuesto, también tenemos una importante presencia colaborativa en los conciertos solidarios como por ejemplo el que realizamos con la Policía Nacional.
Centrándonos en algunas de las actividades, su participación en el Nájera Jazz es muy activa. ¿Qué nos puede decir de su evolución?
Ha sido genial. Empezó poco a poco, y este año ya hemos superado las expectativas. Hemos ampliado el ciclo de actividades de 2 a 4 días. Desde la EMMA, llevamos a más de 20 músicos a la Plaza de San Francisco, luego hubo una Master Class de Jazz, y pusimos el broche de oro con la actuación de Déborah Carter en el Museo con el tributo a The Beatles, y con la Gran Big Band de Canarias con su maravilloso tributo a Frank Sinatra.
Por mi parte satisfacción plena, ya que todo el año estamos trabajando para esto. Los últimos días de montaje y producción los llevamos a cabo junto con el área de Patrimonio, pero nuestra colaboración es totalmente altruista. La Big Band es algo que nos encanta, y queremos seguir apostando por esta idea en los siguientes años. La intención es que nuestro Festival de Jazz atraiga al público de fuera, ayudando asi a promocionar Antequera.
Las audiciones finales permiten ver el progreso de los alumnos. ¿Cómo se ven ellos saliendo al escenario tras cada trimestre?
Invitamos a los padres del alumnado, aunque damos difusión para que pueda venir quien quiera y ver qué se hace en nuestra escuela. Desde todas nuestras aulas fomentamos la participación en audiciones, la entendemos como parte del proceso formativo. La música no deja de ser una manera de comunicarse, no sólo entre músicos, también con el público. Es un ideal en el que creemos, y así lo transmitimos a nuestro alumnado. La mayoría de los chicos suben al escenario, siempre de forma voluntaria. Además, el reto que siempre supone una audición, sea cual sea el nivel, es también una meta para ellos, y una vez la superan, la satisfacción que obtienen se nota en sus rostros. El hecho de prepararlas en clase desde el principio va a naturalizar la actuación en público, de manera que no ven la audición como un factor de estrés, y a medida que van actuando, se familiarizan con el escenario, el público, la iluminación, e incluso con pequeños errores accidentales que pueden ocurrir y que son totalmente normales.
Todo esto va acompañado de los valores que aquí enseñamos: la constancia, el trabajo, el compañerismo y el compromiso que son necesarios para aprender a tocar un instrumento. Por eso decimos que todas las personas deberían tener un aprendizaje musical desde las etapas más tempranas. Existen, de hecho, numerosos estudios que afirman que la música potencia el desarrollo de la creatividad y de la psicomotricidad.
El pasado curso abrimos el Aula de Música para Bebés de 0 a 3 años; también tenemos el Aula de Música y Movimiento, para niños de 3 a 6 años, donde el contacto con la música y la danza así como con conceptos básicos del lenguaje musical se hace más palpable. Cuando van creciendo, los llevamos a tocar los instrumentos, y todo el que quiere se acaba apuntando al aula que escoja.
Aquí tenemos un lema: “Enseñamos a pasarlo bien y a divertirnos aprendiendo Música”.
Cada año se suman nuevas disciplinas y actividades. ¿Qué espera del próximo curso?
El curso que viene queremos seguir impulsado ciertas actividades que hemos iniciado como el Aula de Folk, de Jazz o de Música para Bebés, así como la Musicoterapia. Otra actividad semanal ya consolidada es nuestra labor con ADIPA, de la mano de María del Carmen donde se lo pasan genial aprendiendo. Lo mismo hacemos con Proyecto Hombre; vienen a la EMMA, les enseñamos música y les ofrecemos charlas de cómo la música les puede ayudar a mejorar. También caminamos hacia la inclusión.
En definitiva, además de mantener todo lo mencionado, queremos sobre todo dar un impulso y contar con expertos para que ese apoyo a diversos colectivos mediante la musicoterapia sea una realidad en Antequera.
El Ayuntamiento de Antequera desea otorgarle un espacio permanente en la actual sede de la EMMA. ¿Qué posibilidades tiene este inmueble para su colectivo?
El Ayuntamiento está intentado que el edificio sea municipal. Para nosotros es un inmueble perfecto. El hecho de ubicarse en el centro de Antequera es una ventaja. También cuenta con una sala de conciertos. Tenemos conocimiento de que nuestro Alcalde está trabajando para que el edificio sea de propiedad municipal. Esto permitiría realizar determinadas mejoras para sacar más rendimiento a las instalaciones. La escuela puede crecer y abrirse por las mañanas, por ejemplo, para así poder atender a adultos con turno laboral de tarde y a personas mayores. Cabe todavía mucho proyección en la EMMA.
Hemos visto que la EMMA no cierra las puertas a otras disciplinas culturales y artísticas. ¿Cuáles encajan bien con la música?
Con la música encaja cualquier disciplina artística: la pintura, la fotografía, el teatro, la literatura… son todas hermanas. Dado el espacio que tenemos, hablamos con Jerónimo Villena, presidente de la Federación Andaluza de Fotografía, para que siempre haya una exposición permanente relacionada con la música y que haya artistas que quieran expresar su inquietud. Estamos también muy interesados en que los artistas jóvenes participen en la Escuela. De hecho, es algo que ocurre con el Nájera Jazz; cada edición el cartel lo confecciona un joven antequerano.
La EMMA no ha llegado al tope de su potencial. ¿Qué logros ahora impensables podría conseguir?
En un futuro buscamos calidad, tener un gran equipo de profesores con un perfil adecuado. Queremos que cualquier persona, independientemente de su edad o sus conocimientos musicales, se acerque a este espacio. Lo que hacemos se traduce en que las personas sean un poco más felices, esa es nuestra intención, con la música como vehículo. Proyectos hay muchos en mente, pero hay que ir poco a poco, y siempre contando con la colaboración de nuestro Ayuntamiento. Pretendemos que Antequera tenga una de las mayores escuelas de música de España, ese es el objetivo, además de, por supuesto, seguir generando cultura musical y que todos se puedan acercar a disfrutar de esta disciplina. Tenemos un gran equipo con mucha ilusión y pasión por conseguir estos y más retos.